domingo, 1 de enero de 2017

"Queridos Reyes Magos..."

...quiero muchas cosas para este 2017. Son cosas sencillas, no os preocupéis, pero dejadme disfrutarlas u os rajo. Es broma. O no. Vosotros veréis.

El año 2016 ha sido duro. Fue un poco una putada que aunque parecía corta se fue dosificando a lo largo de 12 meses en los que cada vez me cansaba más el día a día. Ni tristeza (que la ha habido) ni alegría (que también), simplemente pesadez. Tedio. Cansancio. Ha sido como si no hubiera podido disfrutar ni de los mejores momentos porque ya estaba pensando en otra cosa que tendría que hacer la semana siguiente. 

Pero bueno, vamos al grano. ¿Qué es lo que quiero para 2017? Apunta, Melchor, empanao.


Pues mira, para empezar, que el curso no se me haga tan pesado. Que no tenga que estar siempre tan estresado, preocupado, ocupado y harto de lo que se supone que me gusta. 


Tampoco iría mal que me dejarais bien de salud. Quizá esto debería ser lo más importante. Quizá no, seguro. Pero se me ha ocurrido ahora, qué más da. Pues eso, que precisamente mientras escribo esto tengo la espalda molida, lo que me obliga a estar buscando posturas barrocas para poder estar sentado más de cinco minutos sin sentir una presión, diremos, "curiosa" sobre las lumbares. 


Aunque supongo que esto se me pasará, me refiero más a temas de salud que de verdad sean importantes, que aunque no sufro de nada nunca está de más pedir para seguir bien.


Me gustaría también tener un respiro en cuanto a disgustos personales. Que uno está contento y bien porque las navidades son todo vino y castañuelas, pero no olvido que este año ha sido batacazo tras batacazo, con sus respectivas noches de comerse la cabeza y acabar hasta los huevos del mundo, de la vida y de uno mismo. Ni hace falta ni son necesarias esas noches, caballeros. O por lo menos, ya que sois reyes, estiraos y traedme un lote de juegos para la 2DS, que así no pienso en los malos rollos. No sé, curráoslo, que para algo os pagan. Supongo. No sé quién, pero seguro que os pagan.


Relacionado con lo anterior, un poquillo de cariño cercano no iría mal tampoco. Cercano como para estar a milímetros, ya me entendéis. No pido tampoco un roller coaster sexual, como si de lo que es el frunjir no hay nada, a mí eso me da bastante igual. Pero una moza con quien estar al menos. Cabrones. 


Perdón. Majestades.


Si podéis, así como sugerencia, podéis traerme un poco más de seguridad. En lo que hago, en lo que quiero y en lo que al futuro de un servidor se refiere. No mola saber que con veinte tacos siga sintiendo respeto (no diremos “miedo”) a tener que coger un tren, a llamar a algún lugar público o a rellenar y enviar formularios de la universidad. 

Obviamente puedo cagarla, pero tampoco tengo por qué estar pensándolo todo el rato, que al final me siento inútil. 


Me gustaría que descargar dos gigas no me llevara dos horas también. Lo digo, más que nada, porque me gustan bastante los videojuegos, mira tú por dónde, y hoy en día los juegos suelen ocupar entre veinte y cuarenta gigas por lo general. Lo que significa que necesito entre veinte y cuarenta horas para descargar algo que ‘la gente normal’ tiene lista en dos o tres, tirando alto. 

No vería mal tampoco que la peña se abriera más. Yo soy mucho de abrazar, dar cariño y decir que quiero a la gente que de verdad se lo merece; y no lo veo como algo raro. No se acabaría el mundo si algunas personas dejaran de ser tan herméticas, sobre todo en la facultad. Tampoco te digo que te coman la boca para darte buenos días, Dios me libre (siempre había querido usar esta frase), pero un abrazo al menos, que un ‘buenos días’ desde la silla al verme entrar en el bar, para algunos, se queda muy corto. 

No sé, hacer una lista así, improvisando, es complicado, pero no creo que recuerde muchas más cosas. 

Obviamente, espero que a todo el mundo le vaya genial el año, pero vamos a ser sinceros: la mitad de mi 2016 ha sido una soberana mierda. Una mierda del tamaño del Taj Mahal. Creo que si hay una cierta cantidad de buena suerte a repartir, me merezco una parte más que considerable. 

También quiero quitarme algunos vicios. Yo me entiendo. No es nada raro, no flipéis, pero para el Raúl del futuro (que estoy seguro de que volverá a leerse esto, porque es lo que hago siempre con lo que publico en el blog), quiero que quede constancia. 

Supongo que poca cosa más, Melchi (es colega, no os preocupéis). 

Ah, y el Tekken.

Que no haya ningún problema con la salida del Tekken 7, que con eso sí que os mato. 


Feliz año nuevo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario