lunes, 28 de diciembre de 2015

Mi 2015

La verdad es que mi año 2015 ha tenido de todo, pero creo que puedo considerarlo el mejor año de mi vida. Ha sido un año en el que he podido campar a mis anchas por la vida y me he sentido exageradamente cómodo con todo lo que hacía, cosa que siempre es de agradecer.

El año no empezó mal. En enero disfruté de unas navidades geniales y aprobé el examen teórico de conducir. Puede parecer una tontería, pero cuando consigues una licencia como esa sientes que estás creciendo, que maduras. Es algo bueno y malo a la vez.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Sonrisa

Llegó a casa. No había nadie. Miró hacia la cocina y vio una nota en la nevera. Supuso que su madre habría escrito que había ido a comprar cuando en realidad estaba en la cama de un desconocido, engañando a su padre. Lo sabía desde hacía tiempo, pero tampoco le importaba mucho.

Caminó por el pasillo y, sin entrar en su cuarto, dejó la mochila en el umbral de la puerta, de camino al baño. Se colocó frente al espejo y se frotó los ojos, cansado. ¿Por qué estaba tan cansado? Si no hacía nada especial.

No recordaba la última vez que había sonreído. ¿Ya hacía meses? Quizá eran dos o tres. No le parecía descabellado.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Vital

Despertó de golpe, sobresaltado. Se dio cuenta a tiempo, pero no le servía de nada. Una ingente cantidad de energía se aproximaba.

El planeta entero había dejado de preocuparse por los enemigos exteriores: él acababa con todos. Ante sus ojos se habían presentado enemigos gigantescos, diminutos, dementes como ellos solos, veloces como la luz, extremadamente inteligentes, con un talento innato e impresionante para luchar... De todo. Y todos habían sucumbido ante el humilde chico que los protegía, desde hacía tiempo, sólo, tras haber contemplado cómo la chica a la que amaba fallecía en sus brazos.

Ahora sólo él se preocupaba de las amenazas que llegaban. Y esta vez no era normal. Ni de su nivel.

jueves, 3 de diciembre de 2015

La canción

 Un 23 de mayo

Vacío, aburrimiento y el consuelo de amigos cercanos que en realidad sabían a poco, ese era el resumen de su vida. Se levantaba cada día con una sonrisa, animado por la posibilidad de vivir cosas nuevas en el día que se le presentaba. Desayunaba algo mientras charlaba con su padre, bromeando sobre algún jugador de baloncesto o futbol, se despedía silenciosamente de su madre, que aún dormía, y se subía al autobús que lo llevaba a clase. En cierto modo, era feliz.

Allí se encontraba con su amiga Marta, muy tranquila por el examen que tenían ese mismo día los que estaban aprendiendo italiano. Como cada día, charlaban un rato sobre temas de deberes, trabajos y, al final, de temas algo más personales. Se bajaban del autobús y emprendían su camino por la larguísima calle que llevaba hasta la puerta del centro escolar. Durante el camino más compañeros se iban uniendo a ellos. Javier, Celia, Alejandro... Iban acercándose uno a uno y formaban un grupo cada vez mayor, riendo y comentando tal o cual manía de un profesor que les caía mal a todos.

martes, 1 de diciembre de 2015

¿Qué soy?

No tengo respuesta. Un humano, una persona que siente y padece, uno más entre la multitud, sí, pero; ¿qué soy? Cuando muera, ¿qué quedará de mi? ¿Qué importancia tendré en el tiempo?

¿Por qué si no sé nada de eso tengo que vivir en las profundidades de los sentimientos humanos?

¿Por qué si no he hecho nada malo, intento ayudar en lo que puedo y trato bien a todo el mundo tengo que plantearme esas cosas? No tiene sentido. ¿Por qué no puedo sentir que la vida es justa si tengo un techo, una familia y amigos? ¿Soy el único que siente más allá de lo material o de lo que se ve?